Mezcla rara de penúltimo tanguero y primer payaso en el circo de la vida
Dossier del Espectáculo:
Cachafaz en el arrabal se encuentra con sus propios fantasmas y como en un acto religioso, se confiesa, aflorando de esta manera sus sentimientos más profundos: el miedo a la soledad, el amor a su lugar, la picardía criolla y la guapeza para enfrentar los desengaños. Los mundos que acompañan a Cachafaz son producto, tanto de la realidad como de su imaginación.
Esta historia de arrabal es contada utilizando distintos lenguajes como el clown, el teatro de objetos, títeres y sombras.
La escenografía ubica al espectador en el mundillo propio de Cachafaz, y este personaje a través del lunfardo y los gestos transforma la tragedia en una comedia.
Ficha Técnica
Autor: Nelson Cabrera
Cachafaz: Nelson Cabrera
Cicatriz: Germán Geminale
Manipulación de títeres: Germán Geminale
Escenografía, farol, cíclope y vaca: Marcela Bueno
Títere de la rana: Paula Geminale.
Títere de la sirena: Germán Geminale
Diseño grafico: Rubén Melagrani
Video: Daniel Pellegrino
Asistencia Técnica: Federico Fernández Moreno
Mezcla rara de penúltimo tanguero y primer payaso en el circo de la vida, Cachafaz cuenta una historia mítica de cualquier argentino del 1900 o de nuestros días.
Esta historia de arrabal es contada utilizando distintos lenguajes como el clown, el teatro de objetos, títeres y sombras.
sábado, 19 de febrero de 2011
El Choclo
Letra: Enrique Santos Discepolo /1947
Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.
Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...
Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.
Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina.
Triste compadre del gavión y de la mina
y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.
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