Mezcla rara de penúltimo tanguero y primer payaso en el circo de la vida

Dossier del Espectáculo:

Mezcla rara de penúltimo tanguero y primer payaso en el circo de la vida, Cachafaz cuenta una historia mítica de cualquier argentino del 1900 o de nuestros días, donde los paisajes orilleros del Río de la Plata desnudan los modos y costumbres que nos habitan al compás del tango y del lunfardo.

Cachafaz en el arrabal se encuentra con sus propios fantasmas y como en un acto religioso, se confiesa, aflorando de esta manera sus sentimientos más profundos: el miedo a la soledad, el amor a su lugar, la picardía criolla y la guapeza para enfrentar los desengaños. Los mundos que acompañan a Cachafaz son producto, tanto de la realidad como de su imaginación.

Esta historia de arrabal es contada utilizando distintos lenguajes como el clown, el teatro de objetos, títeres y sombras.

La escenografía ubica al espectador en el mundillo propio de Cachafaz, y este personaje a través del lunfardo y los gestos transforma la tragedia en una comedia.

Ficha Técnica

Autor: Nelson Cabrera

Cachafaz: Nelson Cabrera

Cicatriz: Germán Geminale

Manipulación de títeres: Germán Geminale

Escenografía, farol, cíclope y vaca: Marcela Bueno

Títere de la rana: Paula Geminale.

Títere de la sirena: Germán Geminale

Diseño grafico: Rubén Melagrani

Video: Daniel Pellegrino

Asistencia Técnica: Federico Fernández Moreno

Dirección: Germán Geminale

Producción General: Nelson Cabrera

Breve Sinopsis

Mezcla rara de penúltimo tanguero y primer payaso en el circo de la vida, Cachafaz cuenta una historia mítica de cualquier argentino del 1900 o de nuestros días.

Esta historia de arrabal es contada utilizando distintos lenguajes como el clown, el teatro de objetos, títeres y sombras.

sábado, 19 de febrero de 2011

El Choclo

Música: Ángel Villoldo /1903

Letra: Enrique Santos Discepolo /1947




Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...

Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina.
Triste compadre del gavión y de la mina
y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.

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